jueves, 21 de julio de 2016

julio 21, 2016
1
De  las  historias largas o cortas te queda lo que aprendiste, en muchas ocasiones más bonitas que amargas o viceversa, la que les voy a contar para mí fue  la mejor, todo empezó como conocí a un muchacho, apuesto, caballeroso y una  lista infinita de cualidades bonitas.

Empezamos hablando por teléfono, fueron pocas ocasiones pero largas literalmente,  casi hasta quedarme sin  batería y no tenía ni idea como era, pero tenía una voz que causaba intriga, por esa razón un día decidí ir a su oficina y por fin conocerlo.
Empezamos hablando por teléfono


Antes de pasar  fui a la peluquería arregle mi cabello, mis uñas y un poco de  maquillaje  quería dar una buena impresión y creo que lo logre.

Llegue a la recepción pregunte por él,  inmediatamente apareció lo salude, él un poco tímido mirando siempre al techo o al suelo, me invitó a pasar a su oficina,  con su timidez poco decía y yo sacándole de todo como buena conversadora.

Salimos  de la oficina almorzar, fuimos caminando, aunque no fue tan buena idea, llevaba unos tacones que me sentía como en un segundo piso y mis  piernas temblaban, pareciera que por quien me dejé asesorar con los zapatos me odiara.

Siempre quedaba atrás, él  con sus piernas largas caminaba muy rápido y le tocaba esperarme,  la verdad no quería dar un paso más, creí que en cualquier momento iba a caer,  hasta que por fin llegamos al restaurante, sentí que había durado años caminando y solo eran unas pocas cuadras.

Nos sentamos, seguimos hablando de todo, bueno yo más que él,  la verdad no quería que el tiempo  se acabara, pero pareciera que el reloj estaba en mi contra corría más rápido,  terminamos de almorzar y me acompaño en el taxi de regreso.

Desde ese día nuestras conversaciones eran más largas, llenas de risas, consejos y chistes. Después  en varias ocasiones salimos almorzar y como dije en mi artículo anterior, paso lo que nunca había imaginado y aunque fue una historia corta y bonita, de las cuales me dejó muchas cosas buenas, fue mi amigo mi cómplice mi compañero en uno de mis momentos difíciles.

Fue mi secreto mejor guardado, disfrute cada sonrisa, cada almuerzo, cada instante a su lado, dejamos de hablar por muchas  situaciones, no sé en qué lugar esté en estos momentos, solo espero que si algún día lee  este artículo, su  reacción sea igual a la mía cuando lo escribí, una gran  sonrisa.

1 comentarios :

  1. uyy yo si se quien es ese chico guapo, el cual un día casi no llegas a celebrar mi cumpleaños.
    espero seguir leyendo tu historias..
    éxitos.

    ResponderEliminar

Gracias por tu comentario, será publicado una vez sea revisado.