¿Por qué siempre hacemos planes para todo?, dejamos pasar las situaciones espontaneas y de disfrutar el instante, las cosas o personas bonitas que aparecen de la nada en nuestras vidas sin intención.
Dejé de hacer planes porque la existencia me ha ido enseñando que no todo lo tenemos que controlar, hacemos planes para cualquier situación y dejamos pasar las oportunidades por miedo, pensando que las cosas no salgan bien en lo que vamos hacer o decir, o en cualquier otro acontecimiento.
Aprendí que hay que dejar que la vida fluya, cuando me dio un giro de 180 grados; en el tiempo que creí que todo era perfecto, mi trabajo, la ciudad en la que vivía, los amigos y las personas que me rodeaban. Como dice una canción, me caí de la nube que andaba, el golpe fue muy duro y los proyectos que había pensado se fueron al piso, todo eso me sirvió para darme cuenta poco a poco que dejamos pasar momentos únicos que no se vuelven a repetir y, que por más que queramos, no podemos retroceder y el tiempo no perdona.
Muchas veces las cosas no salen como queremos, vivimos haciendo planes para encuentros con amigos, familia o la personas que nos gusta, guardamos ropa, objetos, palabras o viajes para cuando llegue la ocasión, para personas a las cuales no tienen el tiempo o no les interesa compartir con nosotros. Abandonamos a las que si quieren estar en nuestras vidas y a muchas de ellas, sin darnos cuenta las dejamos pasar, el tiempo no da espera, las visitamos y las vemos cuando solo quedar decir adiós, otras veces no alcanzamos a despedirnos.
Por esta razón, decidí vivir sin planes, sin pausas, sin prisas, sin ansias disfrutando de lo días calurosos, fríos, soleados y lluviosos, sonriendo, cantando, llorando acompañada o sola. Conociendo gente nueva, disfrutando de nuevas amistades, escuchando historias que llegan al alma, que me han hecho ver que de cada persona hay algo que aprender.
Habrá muchas cosas en nuestra vida que necesitan planificarse, como nuestro estudios, irnos a vivir a otra ciudad, país o conformar una familia, porque requieren mucha responsabilidad. Pero otras no, como darnos la oportunidad de conocer más personas, intercambiar costumbres, conocimientos y por qué no, dejar entrar a nuestra vida a la persona a la que le gustamos, que nos ha mostrado un sentimiento sincero; no hagamos planes con ella, sólo permitamos que las cosas funcionen y se conviertan en algo realmente especial.
0 comentarios :
Publicar un comentario
Gracias por tu comentario, será publicado una vez sea revisado.